Caso 1: Ana Lucía, en una reunión con sus amigas de promoción, comparte sus experiencias profesionales, sus logros en la vida, algunos vaivenes sufridos en cierta etapa universitaria. Ella comenta que no ha dejado de ser expresiva conforme se mostró en el colegio. Sus compañeras corroboran tal característica y le traen a la memoria las anécdotas sucedidas en la vida escolar con ese rasgo extrovertido. Mariela interviene en la conversación y le resalta que también mostró un fuerte temperamento en ciertas circunstancias, incluso en una oportunidad defendió a una compañera de una agresión física de su pareja, de la cual, Ana fue testigo. Ana Lucía en este punto indica que ella no es temperamental y que tal atribución es equivocada.