Respuesta :

Para el director de la Fundación Proteger, Daniel Cappato, si no se toman medidas urgentes para que se detengan las quemas de pastizales en las islas entrerrianas, el humedal del delta del Paraná corre el riesgo de convertirse en un enorme médano de arena, fenómeno que implicaría un retroceso geológico. “Lo que al ecosistema le costó miles de años para formarse y estabilizarse, lo estamos destruyendo en cinco años”, dijo el dirigente ambiental para luego afirmar que “las vacas no van a poder comer arena”, en referencia al hecho de que si Entre Ríos continúa con la política de producción de ganado intensivo en la zona insular, ese recurso económico tampoco será sustentable en un futuro.“Ojalá los entrerrianos aprendan ahora de los rosarinos, que tomaron la decisión de salir a la calle cuando se deteriora su calidad de vida, para defender la protección de los humedales. Si yo estuviera en la otra provincia, seguramente haría lo mismo, porque esto no se trata de un partido de fútbol que juegan Santa Fe contra Entre Ríos, como muchos lo entienden, porque el delta es un patrimonio de todos”, dijo Cappato quien es miembro de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
En primer lugar el desierto es un lugar muy caluroso por el dia y muy frio en la noche.
Los animales en es
te lugar los animales y plantas sufren grandes adaptaciones.
En el pastizal por lo regular es frio y en los paramos.Como dice su nombre es pasto.
En el humedal por lo regular son pan
tanos ,etc. Es humedo pero ni muy caliente ni 
muy frio.