Respuesta :

Los árboles frutales, incluso los de clima templado, como los manzanos, perales y cerezos, y los tropicales, como los de mango y de cítricos, son angiospermas que dependen de las flores para reproducirse. El ciclo de  vida de estos árboles comienza con una semilla.


Cada semilla se origina de una flor polinizada y cada una contiene el material genético que comienza a crecer en un nuevo árbol cuando las condiciones son las apropiadas. El proceso de polinización no es más que el transporte del grano de polen hacia el pistilo de una flor, es decir, el proceso a través del cual se juntan los genes macho y los genes hembra de un tipo de árbol.


La polinización puede ser directa, cuando al pistilo de una flor llega el polen producido por la propia flor. Mucho más frecuente es la polinización cruzada, que se produce cuando a una flor llega el polen procedente de otra. El transporte del polen lo realizan el viento o los animales (generalmente insectos).


Las flores polinizadas por los insectos se caracterizan por tener colores y perfumes llamativos, que sirven para atraerlos. Cuando el insecto pasa de una flor a otra, transporta sin darse cuenta el polen en sus alas y antenas. Las flores fecundadas por acción del viento son menos vistosas. Los granos de polen suelen tener dispositivos que favorecen el arrastre por el viento. Pinos, cereales, alisos y nogales son fecundados de esta manera


Los brotes de las semillas de los árboles frutales utilizan los almidones que tienen almacenados para crecer, luego desarrollan raíces que retienen el agua y los nutrientes. Los tallos y las hojas también crecen, proporcionando azúcares al árbol a través de la fotosíntesis.


Respuesta:

esa pregunta es de 2013 y estamos a 2021

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