Respuesta :

Las primeras siguen teniendo graves implicaciones para el aprovechamiento de los recursos naturales en todo el planeta, las segundas siguen afectando gravemente a la salud de la mayor parte de la humanidad.

La incidencia de ambas es asimétrica: algunas regiones del mundo, las más pobres, concentran la mayoría de sus daños.

Todo esto contrasta con el optimismo de una parte de las elites científicas en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial que creían ver en la actividad científica la panacea para acabar con las plagas y enfermedades infecciosas.

Sin desdeñar en absoluto a la ciencia, posiblemente no se tuvieron en cuenta otros factores, especialmente los relacionados con la organización social.

La falta de políticas preventivas contundentes en la lucha contra las plagas ha sido, sin duda, la responsable de su permanencia. 

La falta de políticas preventivas contundentes en la lucha contra las plagas ha sido, sin duda, la responsable de su permanencia.